Algún día yo seré...

Mal interpreto la mirada, la hago particular. Puede que no me de cuenta y esa mirada con sonrisa incluida no sea un regalo para mí, sino una muestra de cariño y simpatía que regala a cualquier persona. Pero da igual, porque aunque sea por cinco minutos esa mirada va exclusivamente hacía mí, no hay nadie más, es evidente que sólo puede ser mía. Me mira a los ojos, con sinceridad. Aparto la vista, con nerviosismo.

Con sutileza siempre escribo lo que pasa por mi cabeza. Casi nunca escribo en la primera parte lo que me ocurre y si lo hago lo cambio por completo, así reservo mi intimidad…. No me gusta ser el protagonista y aunque muchos textos estén en primera persona, los escribo así, a modo de reflexión para que cualquier persona se pueda sentir identificados. ¿Quién no ha subido su autoestima con una sonrisa? Otras veces escribo lo que le ocurre a la gente de mi alrededor, cambio el matiz, pero la esencia sigue estando. Por ejemplo, una amiga me dijo que conoció a su novio en un parque y lo primero que le dijo fue: ¿Tienes fuego? Así empezaba una entrada mía hace unas semanas, de ahí parto y me dejo llevar por mis dedos conectados con mi cabeza...

Después de un mes piso tierras marteñas, tenía unas ganas locas de estar en casa de nuevo. La cara que se le ha quedado a mi niña cuando me ha visto aparecer por la puerta, no se lo esperaba. Mañana iré a Jaén y recogeré a Tefa, tenemos tanto que contarnos... Este finde quiero no parar, estar con vosotros y bailar y bailar y bailar... sin ver a Cabano yujuuuuu!!

¿¿Mañana bingo?? lo dejo en el aire...

^^